Luis Fuenmayor Toro, Jefe del Comando de Campaña del PARTIDO PATRIA PARA TODOS
¿De quién es VTV?
Luis Fuenmayor Toro
El Gobierno se empeña, y lo hace amenazadoramente, en que la línea informativa y de opinión de los canales privados de televisión sea equitativa y balanceada, por lo que los partidarios gubernamentales deberían tener la misma cobertura en entrevistas y en los programas de opinión, que la que se da a quienes se le oponen. Estas exigencias parecen muy lógicas para los seguidores del Presidente. Sin embargo, en Venezolana de Televisión, televisora de los venezolanos, administrada por el Estado, no se le da ninguna cobertura a quienes se oponen al Gobierno, y mantiene una línea editorial progubernamental acrítica. O sea que se exige y se obliga a hacer lo que no se practica, algo que no parece ni ético ni democrático. Esto lo sabe todo el mundo, aunque haya algunos que volteen la cara como si no conocieran de su existencia.
El Presidente ataca a Gobovisión, y lo hace a través de todos los medios: Multas, denuncias, amenazas, agresiones armadas, persecución judicial y económica de sus dueños y directivos, y todo para lograr un cambio en la línea editorial antigubernamental. Ésta televisora no pertenece al gobierno y no tiene por qué mostrar una actitud complaciente con el mismo. Debe, eso sí, cumplir con las leyes y garantizar una información veraz, lo que también debe hacer el Gobierno en VTV. Si el Gobierno quiere un tratamiento equitativo en las televisoras privadas, lo menos que podría hacer es mantener una línea equitativa en las televisoras y cadenas de radio que posee, en todas las cuales lo que priva es el sectarismo más avieso.
Muchos, incluso gente crítica del propio gobierno, han sido víctimas de esta aberrante situación, pues el derecho de réplica ante calumnias, acusaciones y difamaciones, efectuadas por delincuentes disfrazados de periodistas, ha sido virtualmente eliminado desde hace muchos años, asumiendo con ello el canal televisivo y sus autoridades una conducta contraria al “Código de Ética” de los periodistas. De nada valen, sin embargo, ésta y otras denuncias, pues la conducta cuasi religiosa de los partidarios de Chávez, parece ser refractaria a cualquier comportamiento indigno del gobierno y justifica, con los argumentos más descabellados, todo lo que se haga en nombre de una revolución que sólo existe en sus mentes y sus deseos.
Si VTV es de los venezolanos, su uso debe estar signado por el interés nacional, el cual no debe ser confundido con el interés gubernamental y mucho menos con el del Presidente, quien quiera que sea. No se puede manejar las televisoras o radios del Estado como los sectores privados manejan las suyas; si no estamos de acuerdo con lo que ellos hacen, no podemos hacer exactamente lo mismo. ¿Qué nos diferencia entonces? ¿Qué tenemos de revolucionarios?
Desvergüenza total
El premio al cinismo y al descaro llevado a grados inimaginables hay que otorgárselo al ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en virtud de las declaraciones dadas a Noticiero Digital el 20 de junio pasado, sobre la pudrición de más de 100 mil toneladas de alimentos importados por Pdval, filial de Pdvsa, y depositados en miles de contenedores en distintos puertos de toda la geografía venezolana. Ese monumental desastre, resultado de la apatía, la ignorancia y la corrupción existentes en todas las empresas oficiales, únicas involucradas en el hecho, el ministro Ramírez se lo adjudica al sector privado como una forma de salvar su indudable responsabilidad en esa tragedia, así como la de otros ministros muy cercanos al Presidente, quienes están implicados hasta el cuello en lo sucedido.
Sin sentir vergüenza por lo acontecido, burlándose de los venezolanos, amenazante incluso hacia quienes lo critiquen, este as de la putrefacción administrativa del siglo XXI se atreve a decir que "un ataque a Pdval es un ataque al proceso revolucionario y al presidente Chávez". Es decir que lo que afecta a la revolución y es condenable no es la descomposición de los alimentos en manos de sus empresas, sino la denuncia, crítica o comentario que de ese hecho se haga. Cuidado si vamos presos quienes desenmascaramos y condenamos lo ocurrido mientras a los responsables habrá que darles el carácter de próceres y mártires de la revolución bolivariana. Lo que no ha llegado a decir su jefe lo dice este triste funcionario con absoluto desparpajo.
¿Y cuáles son esas culpables empresas privadas y qué hicieron mal? ¿Las compras? Nooo. De estas se encarga Bariven, empresa estatal creada para las adquisiciones. ¿Están los puertos en manos privadas? No. Ni siquiera en manos de gobernadores opositores, a quienes les quitaron esas atribuciones hace ya tiempo. ¿Es privada la distribución? No, la hace Pdval. ¿Acaso el depósito? Tampoco. Para eso se creó
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